El bienestar también pasa por la estabilidad económica

bienestar economicoSin duda, uno de los aspectos fundamentales para sentirse bien es la sensación de seguridad que podemos experimentar. Esa sensación es en gran medida falsa (porque cualquier cosa nos puede ocurrir en cualquier momento), pero al mismo tiempo nos aporta tranquilidad. Posiblemente por eso, busquemos cierta estabilidad en diversos aspectos de nuestras vidas. En este artículo, nos vamos a centrar en el aspecto económico.

El dinero es fuente de preocupación

Vivimos en una sociedad compleja. No producimos nuestros alimentos como hacían nuestros antepasados. Tampoco cazamos, recolectamos o pescamos, como hacían las generaciones aún más antiguas. En nuestro sistema, los intercambios de bienes y servicios se hacen respecto a una base en común, llamada dinero. Disponer de dinero, o de cierta seguridad de conseguir ingresos significa asegurarse la alimentación, el alojamiento, el transporte, la salud, el ocio…

Por lo tanto, no es sorprendente que los temas relacionados con el dinero nos preocupen de forma importante. Nos preocupa que nos pueda faltar el dinero porque nos preocupa no poder disfrutar de algunos de los servicios más básicos para nuestras vidas que solo se pueden comprar con dinero.

Como conseguir seguridad financiera

No hay nada seguro en la vida, pero se puede actuar para minimizar los riesgos y mejorar la sensación de seguridad económica. Para eso, igual que una persona tiene que cuidar lo que come y tener actividad física varias veces a la semana, debería también cuidar sus finanzas personales.

¿Y cómo se consigue esto? Escapando del consumismo y aprendiendo a gastar de forma más responsable.

  • El primer paso es hacer una lista exhaustiva de todos los gastos e ingresos de los que disponemos. Para los ingresos normalmente será muy rápido, para los gastos, no tanto, y puede suponer bastante trabajo.
  • Una vez que se tienen todos los gastos, se repasan uno a uno y se estudia si se pueden eliminar, recortar, o si son imprescindibles y no se pueden tocar. Y casi nada es imprescindible. Incluso si vives de alquiler puedes renegociar la renta con el propietario o irte a una casa más barata.
  • Una persona que nunca ha cuidado sus gastos puede ahorrar muchísimo, sin grandes esfuerzos, solamente siendo consciente de cuanto gasta en cada cosa.
  • Después, siempre está la posibilidad de ampliar ingresos, aunque suele costar un poco más pero no es imposible.

Actuando sobre tus finanzas personales, puedes ir constituyendo unos ahorros y tranquilizándote sobre tu situación económica a corto y medio plazo.

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