Estamos en verano, y es la época perfecta para probar algunos deportes y actividades. Te propongo cuatro: el barranquismo, el rafting y el vóley playa. Aunque esos deportes de aventura o tradicionales se pueden practicar en teoría en cualquier momento del año, sin duda la época estival es la más adecuada para descubrirlos y hacer ejercicio a la vez que te diviertes.
Los deportes de aventura de verano
El barranquismo
Quizás más conocido con el término anglosajón de canyoning, el barranquismo consiste en recorrer cañones o barrancos de un río, siguiendo el curso del mismo y resolviendo los diferentes obstáculos que se presentan en el camino, tales como cascadas, pozas, rocas, y demás.
Es un deporte de aventura, que presenta ciertos riesgos (caídas, golpes), y por eso se tiene que practicar con un guía competente y con el debido equipamiento de seguridad: cascos, arneses y cuerdas, neoprenos, escarpines, además de ir con un botiquín de primeros auxilios. Es una actividad de verano muy agradable, que permite probar ejercicios como:
- Bajar una cascada en rapel. Al principio puede impresionar un poco, ya que la técnica es contra intuitiva: para bajarse correctamente hay que poner el cuerpo en ángulo recto respecto a la pared, es decir paralelo al suelo, y nuestro instinto nos suele indicar que nos pegamos en vertical a la pared. Pero si no estamos bien perpendiculares a la roca, los pies resbalan. Es una técnica que se aprende muy rápido, y es muy emocionante ir bajando alturas significativas con el cuerpo colgando en el vacío.
- Usar el río como un tobogán. Es la parte más lúdica sin duda. Al vestir trajes de neopreno, el contacto con la roca apenas se siente, y en algunas partes de los ríos hay unos toboganes naturales que se pueden bajar sentado o tumbado bocarriba. Es refrescante y divertido.
- Bañarse en pozas. El barranquismo permite acceder a zonas de baño muy exclusivas, especialmente las piscinas naturales formadas por millones de años de erosión. El agua está muy fresca y pura, y es una gozada.
Otro deporte de aventura que tiene lugar en el agua. En este caso, se trata de usar una embarcación llamada balsa para seguir las corrientes (normalmente bravas) de un río. Esta actividad de verano se suele llamar por el término inglés, aunque también se conoce como balsismo o descenso de ríos.
De nuevo, es un deporte que requiere tener un equipo adecuado, muy similar al que citamos para el barranquismo, y de un guía profesional. Hay muchas categorías de descenso dependiendo de las fuerzas de las corrientes, y es necesario aprender algunas técnicas básicas para entender las ordenes, saber remar, saber colocarse para que la balsa no volqué, etc…
Es un deporte de equipo muy emocionante, que combina las emociones de la velocidad y de la lucha contra los elementos naturales. Además de ir en una balsa, se puede practicar de forma individual con kayaks.
El vóley playa: ¿el deporte de verano?
El llamado “beach volley” es un clásico del verano, y muchas playas ya tienen campos habilitados para que los aficionados puedan venir a practicar este deporte por equipo. Lo bueno es que es una actividad que requiere muy poco equipamiento (a parte de la red y del balón). Eso sí, hace falta ir bien protegido del sol (gorra, gafas de sol, crema solar), y tener cuidado a algunas lesiones (tobillos, rodillas, muñecas, dedos).
El vóley playa se puede jugar a dos contra dos, tres contra tres y hasta cinco contra cinco. Cuantos más jugadores menos esfuerzo, y equilibrando los equipos con personas novatas y jugadores más experimentados, se puede pasar un buen momento haciendo algo de ejercicio.
Creo que la parte más divertida es conseguir construir los puntos, ya que, cuando un equipo recibe una pelota procedente del otro equipo tiene derecho a tres toques. El primer jugador intenta pasar el balón de la mejor forma que puede a un jugador conocido como el colocador, que normalmente está en el centro del terreno al lado de la red. El colocador a su vez la pasa a otro jugador (que puede ser el mismo que le pasó la pelota), para que pueda rematar y quizás marcar el punto.
Al principio, los jugadores principiantes solo procuran devolver la pelota como pueden al otro lado de la red. Pero con el tiempo, van procurando construir esas jugadas, lo que da lugar a unos puntos muy divertidos, sobre todo cuando alguno de los jugadores es propenso a hacer cualquier acrobacia para recuperar el balón.
Prueba algo nuevo
Te he puesto esos tres ejemplos de deportes de verano, porque muchas personas nunca los han probado (salvo quizás el vóley playa, que es muy popular). Creo que el verano es un momento ideal para probar actividades diferentes. Es una de las mejores formas de luchar contra la monotonía y aprender nuevas cosas. Hay muchos más deportes de aventura por descubrir. ¿Te atreves?
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