Cada vez las personas son más conscientes de la importancia que tiene cuidar su salud, y cada vez buscan tener un mayor bienestar. Evidentemente, esto se acaba reflejando en el mercado, donde las propuestas enfocadas en esos conceptos tienen una mayor demanda, hasta el punto de que ya hay una cátedra de turismo de salud y bienestar en algunas universidades, como la de Málaga. Esto me lleva a comentar la posibilidad de montar un negocio relacionado con esos temas.
La importancia de tener una web
Como opción puedes montar un blog especializado, y procurar rentabilizarlo con anuncios, o recomendando productos de salud y bienestar de otras empresas a cambio de comisión (con sistemas de referidos). También podrías tener tu propia tienda en línea para vender tus propios servicios o productos. Y si prefieres tener un negocio tradicional (por ejemplo un spa), tener una página web es casi imprescindible para conseguir clientes por Internet.
Cada día, millones de posibles clientes navegan la red, visitan las redes sociales o buscan información en Google. Si eres capaz de conseguir visibilidad, tendrás acceso a un gran número de compradores potenciales, aunque hay que reconocer que la competencia es alta.
¿Cómo elegir el nombre de tu web?
Si estás decidido en crear un sitio, uno de los pasos fundamentales es elegir un nombre. Lo recomendable es usar un nombre que puedas usar como dominio de tu web. Para este blog opté por un nombre descriptivo bastante básico. Es una opción que tiene sus ventajas (es fácil entender de qué se trata la página), pero al mismo tiempo implica una menor diferenciación. A cambio, una web como Vitónica optó por un nombre original y evocativo.
Tú eliges qué estrategia te viene mejor. Si ya tienes una idea, puedes consultar aquí si tu nombre está registrado, ver qué dominios quedan libres, o probar otras alternativas.
Aprender un poco de SEO
¿Te suena el término SEO? Se refiere al término anglosajón Search Engine Optimización, y se trata de la optimización para buscadores. La elección del título de la página, su descripción, y todo el resto de contenidos de tu página (artículos o fichas de productos) deberían pensarse en función de palabras claves y de unos consejos de redacción para mejorar la experiencia del usuario y el posicionamiento en Google.