El esquí es un deporte cada vez más popular en España, con más de 4 millones de visitantes cada año en las estaciones. No es especialmente más peligroso que otros deportes, pero para tener la mejor experiencia y minimizar el riesgo de lesión, es recomendable seguir algunos consejos.
¿Cuáles son las lesiones más habituales de los esquiadores?
El caso del antiguo piloto de Formula Uno, Michael Schumacher, llamó mucho la atención de las personas sobre el riesgo de sufrir una lesión grave practicando el esquí. Por suerte, el traumatismo encefálico debido a un golpe en la cabeza tiene una incidencia bastante baja entre los esquiadores. De hecho, esquiar implica menos riesgo de lesión que el fútbol, por poner un ejemplo.
La lesión más frecuente es el esguince de rodilla, que en ocasiones puede derivar en ruptura del ligamento cruzado. Esquiar es un deporte que maltrata bastante las rodillas, especialmente si se practica con exceso, con mala preparación o con material inadecuado. Las lesiones de hombro y muñeca también son muy habituales, especialmente para los que practican el snowboard. Por lo general, la mayoría de las lesiones ocurren durante las caídas, que son inevitables en este tipo de deporte.
¿Cómo evitar las lesiones?
Aunque sea inevitable caerse en un momento u otro, hay muchas cosas preventivas que se pueden hacer para evitar lesionarse. Aquí tienes una serie de consejos que te ayudarán a disfrutar del esquí sin percance.
- No te salgas de las pistas. Fuera de las zonas delimitadas, el peligro es muchísimo mayor.
- Tener ropa de abrigo suficiente. Aunque sea un deporte, cuando practicas esquí hay muchos momentos donde te quedas inactivo, por ejemplo subiendo la pista en las sillas mecánicas. Además, lo normal es caerse en la nieve una que otra vez. Hace falta llevar ropa abrigada, impermeable y acolchonada.
- Ir bien alimentado y llevar agua. Demasiadas personas se olvidan que como cualquier deporte, el esquí implica un desgaste físico, un esfuerzo, y por supuesto requiere buena hidratación. Que se practique en un ambiente frío no cambia nada al respecto.
- Llevar casco, y en el caso del snowboard, también muñequeras adaptadas. El casco no evita que nos golpeemos en la cabeza, pero disminuye mucho la gravedad de las lesiones que podamos sufrir. Si los niños normalmente lo suelen llevar, los adultos aún se resisten, y no deberían. Aquellos que practican snowboard deberían llevar unas muñequeras adaptadas, que protejan correctamente el antebrazo, para evitar las lesiones de muñeca.
- Aprender a caerse. Cuando uno sabe que va a caer, no suele tener mucho tiempo de reacción. Actúa de forma instintiva, y por lo tanto es un poco extraño intentar dar consejos. Pero, lo más progresiva que sea la caída, lo más relajado que estemos, menor será la consecuencia, sobre todo si procuramos caernos de lado y resbalar hasta frenar completamente. Lo importante es procurar proteger las rodillas y las caderas.
- Llevar protección para la vista. La luminosidad en las pistas de esquí suele ser muy alta, así que no te olvides de llevar gafas de sol con protección ultravioleta.
- Ir entrenándose las semanas anteriores. Hacer la silla contra la pared es un buen ejercicio. Se trata de presionar la parte baja de la espalda contra la pared, con los muslos paralelos al suelo, las piernas a 90 grados, y las espinillas perpendiculares al suelo. Este ejercicio permite fortalecer los muslos. También correr es una buena preparación.
- Hacer calentamiento y estiramientos. Recuerda que esquiar es un deporte como cualquier otro, y que calentar y estirar siempre es necesario.
- Dejarlo cuando se hace notar el cansancio. El cansancio aumenta enormemente el riesgo de caída y de lesión. Si ya te sientes cansado, descansa, o déjalo para mañana. No hay que abusar de los buenos momentos ni de la suerte.
- Llevar un material adaptado y bien ajustado. Es recomendable dejarse aconsejar por los profesionales para elegir el material adaptado para tu talla y peso. Además, tienes que comprobar que las fijaciones se ajustaron correctamente.
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