Uno de los buenos propósitos más habituales a principios de año es querer volver a estar en forma, mediante la práctica de deporte. Pero lo normal es preguntarse cómo empezar y que pasos seguir para cumplir el objetivo y que no se quede en una promesa incumplida.
Fíjate un objetivo
Cada persona tiene un objetivo diferente que asocia con la idea de estar en forma. Puedo citar algunos:
- Perder grasa y tonificarse.
- Tener más músculos.
- Perder grasa sin aumentar visiblemente la masa muscular.
- Tener una mejor resistencia en situaciones de esfuerzo.
- Cuidar tu salud.
- Recuperar un buen estado físico tras una inmovilización por lesión o enfermedad.
Los ejercicios que hagas serán diferentes en función de tu objetivo. Por ejemplo, si quieres tener una mayor resistencia, cuidar tu salud a corto, medio y largo plazo, y perder peso sin aumentar la masa muscular, es muy probable que lo más adecuado para ti sea hacer ejercicios cardiovasculares (caminar rápido, correr, ir en bici, nadar, hacer elíptica…). Si quieres tener más fuerza, con o sin aumentar músculos, lo normal es que hagas ejercicios de musculación, con la ayuda de máquinas o sin ellas.
Paso a paso
Una vez que tienes claro tu objetivo, debes preparar un plan para alcanzarlo, con etapas, rutinas, distancias, etc. Todo eso en función del tipo de actividad física que vas a practicar, evidentemente.
Pero te quiero advertir de los peligros de tener demasiada ambición o de querer ir muy de prisa. Te arriesgas a lesionarte o algo peor si realmente estás fuera de forma, y también es probable que te desanimes si pones el listón demasiado alto.
De allí que te aconseje ir paso a paso, consiguiendo pequeños logros que poco a poco te llevarán a estar más en forma, sin abandonar. ¿Ves todas esas personas que se apuntan al gimnasio a principios de año o empiezan a ir a correr pero luego lo dejan tras unas pocas semanas? Si no quieres ser como ellas, sigue este consejo y ponte objetivos realistas, alcanzables y progresivos.
Constancia
Una de las cosas más difíciles con el deporte es ser constante. Al principio puedes tener motivación, pero después la vida cotidiana te alcanza y te salen mil excusas para no hacer tu rutina de deporte. No hay tiempo, estás cansado tras el trabajo, tienes que ocuparte de los niños, etc. Pero si superas esa segunda fase, y consigues mantener la constancia, verás como incluyes el deporta en tus hábitos, y al final será tan natural para ti como lavarte los dientes o tomarte un café.
Mide los progresos
Sin caer en la obsesión, tienes que ir midiendo tus progresos para comparar como evolucionas. Si decides ponerte a correr, la referencia quizás sea en un primer momento cuanto tiempo corres, o cuanta distancia recorres en cada sesión, para luego convertirse en una mejora de tu tiempo para recorrer cierta distancia. Si usas maquinas del gimnasio, quizás uses la referencia de las calorías quemadas, tal como las marcan los aparatos.
Si tu objetivo es mantenerte en forma, llegará un momento en que no mejores tus marcas, pero no pasa nada, te mantienes a este nivel y así tu cuerpo se acostumbra a estar bien.
Dos etapas si estás fuera de forma
Antes de terminar este articulo, quería dar un ejemplo de metodología para las personas que están muy fuera de forma, ya porque llevan mucho tiempo sin hacer actividad física, ya porque tienen un sobrepeso importante. Insisto sobre el hecho de tomarse las cosas con calma. Determinación sí, pero tranquilidad también. Hay que ir progresivamente. Por ejemplo, ponerse a correr con sobrepeso puede dañar las rodillas.
Por eso hablo de dos etapas:
- La primera sería una puesta en forma, mediante actividad cardiovascular progresiva. En algunos casos, empezar por largos paseos caminando rápido puede ser una buena forma de perder peso y preparar el cuerpo. Luego, ya con menos peso, se puede plantear correr, por ejemplo. La idea es llegar a un estado físico más normal.
- La segunda etapa sería buscar alcanzar los objetivos de deporte determinados originalmente. Partiendo de un estado físico mejorado, se pueden fijar objetivos más ambiciosos.
Finalmente, como suelo recomendar en el blog, consulta con tu medico si tienes cualquier duda o una condición médica que puede representar un problema a la hora de practicar ciertos deportes. Un profesional de salud sabrá aconsejarte para que puedas cumplir tus objetivos sin poner en peligro tu salud.
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