Las recomendaciones de nutrición de la SEEN para los niños

recomendaciones nutricion niñosLa infancia es una época clave para coger buenos hábitos de nutrición. Por desgracia, el sobrepeso en España afecta cada vez a más personas, especialmente a los niños. Es un problema de salud muy grave, y por eso es importante recordar algunas recomendaciones de nutrición, que finalmente valen tanto para niños como para adultos.

Los primeros meses

Es curioso ver que en la página del Ministerio de Sanidad donde encontré esas recomendaciones se empieza por una advertencia: “a diferencia de lo que creían nuestras abuelas, un niño obeso no es sinónimo de un niño sano, ya que se puede estar gordo y mal alimentado”. Y es que no se puede comparar la época actual, donde el acceso a la comida es mucho más fácil y el tipo de comida al alcance de la mano a veces es muy malo (muchos azucares y grasas), con la época de nuestras abuelas, donde las penurias eran más frecuentes.

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición recomienda el uso de la leche materna en los seis primeros meses de vida del bebé, ya que le aporta todos los nutrientes necesarios en cantidad suficiente.

Después de la leche

Cuando se empiezan a incorporar nuevos alimentos (además de la leche), es preciso tomar buenos hábitos desde el inicio como:

  • Ofrecer alimentos variados y cada uno de ellos repetidas veces.
  • No sobrealimentar el bebé.
  • No añadir miel o azúcar a sus biberones o frutas.
  • No añadir sal a su comida.

Entiendo que esas dos últimas recomendaciones son muy importantes, porque van a condicionar el paladar del bebé. Y nos pasa algo parecido a los adultos. Cuanto más azúcar echamos a nuestros postres, o cuanta más sal ponemos en nuestros platos, menos sensible se hace nuestro paladar a esos complementos, y entonces cada vez necesitamos más para sentir que algo está dulce o salado. Si hacemos lo mismo con un bebé, se acostumbrará muy rápidamente a comer demasiado dulce o demasiado salado.

En etapa escolar y preescolar

  • Adapte su horario a la comida familiar y evite los “picoteos” entre horas, sobre todo si se trata de alimentos ricos en azúcares y grasas (chuches, bollería, patatas fritas). Esas dos cosas van de la mano: tener horarios regulares permite evitar picar entre horas, y si no se come entre las comidas, es más fácil que se coma bien en los horarios estipulados. Además, la calidad de lo que se ingiere es mucho mayor.
  • Evite darle o negarle determinados alimentos como premio o castigo. Esto es algo muy importante. No se puede usar la comida para premios o castigos porque estaríamos indirectamente implantando la idea que hay alimentos buenos y alimentos malos. Lo que queremos es que nuestros pequeños coman variado. Evidentemente, algunos platos les gustarán mucho y otros para nada, pero si además de las preferencias gustativas introducimos elementos psicológicos (el sentimiento de premio o de castigo), complicamos el objetivo de comer de todo.
  • Acostúmbrele al agua como bebida, en lugar de zumos artificiales y refrescos dulces. De nuevo una recomendación fundamental. Beber un zumo natural sin azúcar añadido puede ser muy sano, pero como la realidad es que los niños no tienen acceso a esos zumos sino a los productos artificiales generalmente saturados en azúcar, es mejor enseñarles a beber agua, la bebida más sana.
  • Proporciónele una dieta variada rica en verduras y frutas. Aquí volvemos a las famosas 5 raciones al día que tratamos en un artículo anterior.
  • Fomente el ejercicio físico regular. Limite el tiempo que el niño pasa frente al televisor a menos de dos horas diarias. Es muy cómodo tener a los niños ocupados por una pantalla (que por cierto puede ser la del televisor o del ordenador, o de la tableta… Pero los niños necesitan realizar mucha actividad física, y también socializar. Los padres tienen que cuidar que sus hijos estén más tiempo activos.
  • Evite llevarle a sitios de comida rápida. De acuerdo, son sitios muy prácticos, que además saben muy bien como seducir a los niños con sus menús con juguetes o su salsa kétchup llena de azúcar. Pero esos sitios no ofrecen comida sana, sino alimentos ultracalóricos con mucha grasa y dulce. Y también volvemos al segundo punto. Muchos padres usan esos sitios como un premio, y de allí asocian la comida basura con algo positivo en la mente de sus hijos.
  • A partir de los cinco años seleccione lácteos semidesnatados, pues contienen los mismo nutrientes y menos grasa de mala calidad.
  • Desde el primer día de clase, acostumbre a su hijo a tomar un buen desayuno. El desayuno es muy importante, y el motivo viene en su propio nombre: es la primera comida tras el mayor tiempo de ayuno de cada día.

Más recomendaciones

  • Evitar la grasa. Se recomienda cocinar con poca grasa y evitar las frituras. En lo que se refiere a la carne, la recomendación es elegir un tipo de carne que no tenga grasa visible.
  • Enseñar a los hijos a comer despacio y sin distracciones (normalmente pantallas). Despacio porque es mejor para la digestión y que así la saciedad se consigue con menos comida (hay menos riesgo de comer demasiado). Sin distracciones porque las pantallas hacen que se coma de forma mecánica, a menudo demasiado de prisa y comiendo más de lo necesario.
  • Moderación y variedad. Es mucho mejor comer un poco de cada cosa que comer mucho de una sola cosa.

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