Si hay un mito que es difícil de eliminar cuando hablamos de perder peso, sin duda es el de la pérdida de grasa localizada. Procede de un error de nuestro sentido común, reforzado por campañas de marketing poco éticas, y que nos lleva a pensar que trabajando esa parte concreta del cuerpo podemos conseguir un vientre plano. Pero el organismo no funciona así.
¿Dónde se almacena la grasa?
Cuando nuestra alimentación nos aporta más energía que las que necesitamos, nuestro cuerpo tiende en almacenar lo que sobra en forma de grasa en diversas partes de nuestro organismo, como en la barriga, en el trasero, en los brazos, las piernas, el pecho, etc. Pero nosotros en ningún momento decidimos conscientemente donde queremos colocar la grasa. Eso escapa a nuestro control.
¿De dónde sale la grasa cuando la quemamos?
Al contrario, cuando gastamos más energía que la que ingerimos, se consume grasa en nuestro cuerpo. Pero no se consume en la parte que estamos trabajando, ya que no trabajan las células de grasa sino los músculos. Tampoco se consume en las zonas periféricas a los músculos que estamos ejercitando, ya que la energía que se “quema”en los músculos llega a ellos a través de la sangre, y parte de esa energía puede proceder de la transformación de la grasa en cualquier punto del cuerpo. De nuevo, no tenemos ningún control sobre zonas específicas.
Es decir, que nos podemos matar a correr, y que desaparezca primero la grasa de la barriga antes que la del trasero, o a la inversa, podemos perder grasa en los brazos tras sesiones de abdominales.
La clave es gastar más energía de la que se ingiere
Lo hemos dicho muchas veces en este blog, la forma de perder peso y adelgazar es consumiendo más energía que la que ingerimos, y eso se hace o bien haciendo más ejercicio, o bien comiendo menos (o mejor). Normalmente lo más efectivo es una combinación de ambas técnicas, aunque ya explicamos hace tiempo que la dieta es más efectiva en términos de bajada de peso.
Si sale más energía que la que entra en nuestro organismo, entonces lo normal es que vayamos quemando las zonas de grasas, donde sea que estén localizada. Y si nuestro objetivo es conseguir un vientre plano, a la larga funciona, ya que la pérdida de peso es general.
El ejercicio es muy bueno para tonificar
Donde sí pueden ser útiles los ejercicios localizados es para tonificar las zonas del cuerpo que han adelgazado. Si lo que te preocupa es conseguir un vientre plano, por ejemplo, es cierto que hacer ejercicios específicos de abdominales, por ejemplo, te ayudará a tener una barriga más tonificada, y a lucir mejor. Pero el ejercicio solo tonificará la zona, no quemará zonas de grasas localizadas.
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Ya lo ves, la pérdida de grasa localizada es un mito, pero eso no te tiene que desanimar si buscas mejorar tu aspecto. Ser más activo, hacer más ejercicio y por supuesto comer mejor es fundamental para adelgazar. El ejercicio localizado es muy bueno para tonificar.
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Definitivamente esa es la respuesta una buena dieta sin privarnos mucho de lo que nos gusta y con moderación, aunado a una rutina de ejercicios que compense, muchas personas creen que un vientre plano viene embotellado o en una píldora, excelente artículo.