Para muchos hombres, la perdida de pelo es un asunto delicado, ya que influye sobre el aspecto físico, y puede afectar la autoestima. Hablo de los hombres, porque los efectos de la alopecia suelen ser más visibles entre los varones, aunque es una dolencia que también afecta a muchas mujeres. Existe varias formas de tratarla, pero la única definitiva es el injerto capilar.
Un asunto hormonal.
La Dihidrotestosterona (DHT), un derivado de la testosterona, es el factor principal de la alopecia androgénica. Esa hormona va afectando los folículos pilosos del cuero cabelludo genéticamente susceptibles. En efecto, la alopecia es una enfermedad genética, que se transmite por el padre o por la madre.
Los hombres van perdiendo pelo a lo largo de sus vidas, y los folículos pilosos se ven afectados en mayor o menor medida, según la predisposición genética. En general se ven afectadas la línea de implantación (entradas) y la coronilla. Algunas personas se quedan calvas a una edad temprana, mientras otras gozan de una buena implantación de pelo hasta una edad muy avanzada.
Hoy en día, existe un método médico para frenar o incluso parar la caída del cabello, que consiste en tomar hormonas que en la mayoría de los casos limitan el efecto de la DHT. Sin embargo, es un tratamiento diario y de por vida, sin contar unos posibles efectos secundarios.
La solución del trasplante
Dado que hay unas zonas cuyos folículos no se ven afectados por la DHT, en general los laterales del cráneo, una solución simple y efectiva consiste en extraer algunos folículos laterales para injertarlos en las zonas afectadas por la calvicie. A lo largo de los años, las técnicas han avanzado mucho, gracias a la tecnología. Antiguamente, se extraía una pequeña tira de piel con pelos que se implantaba en otra zona. Era una solución que dejaba cicatriz y podía ser bastante dolorosa. Hoy, la tecnología permite extraer uno a uno los folículos para volver a implantarlos uno a uno, para conseguir un resultado muy natural, sin cicatrices y con poco dolor.
Este tratamiento se recomienda una vez que se estabilizó la pérdida de cabello.
¿Salir de España para el tratamiento?
Algunas páginas web, como por ejemplo InjertoCapilarTurquiaFue.es te proponen una solución que quizás te parezca original y exótica: ir a Turquía para realizar la intervención con la tecnología más moderna de microinjertos. La verdad es que el llamado “turismo médico” es una tendencia importante en los últimos años. Como en muchos países los precios de los servicios médicos privados son muy elevados, compensa viajar otro país para ser tratado. Por ejemplo, muchos estadounidenses viajan a Colombia o Brasil para operaciones de cirugía estética.
Por eso te hablaba en el título de hacer un trasplante capilar en Turquía. Evidentemente es una decisión muy personal, y deberías valorar todos los aspectos, más allá del tema económico. Pero es también un tema muy interesante desde el punto de vista de la reflexión sobre la globalización. Hoy, la tecnología y los transportes hacen posibles unas opciones que probablemente ni hubiéramos imaginado hace unas décadas.
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