Cada vez hay más personas alérgicas, y por eso es tan importante observar algunos consejos básicos, especialmente en estos días tan cercanos a la primavera. En este artículo vamos a centrarnos en particular en las alergias respiratorias, y en sus consecuencias más molestas sobre la vida diaria como conjuntivitis, rinitis, o el asma. Este post es un resumen del folleto elaborado por la SEMFYC, que os invito a consultar en su integralidad para una mayor y mejor información.
Los dos consejos básicos
Las personas alérgicas deben seguir dos recomendaciones, que en realidad son de sentido común, pero que no viene mal recordar:
- Emplear el tratamiento que ha recomendado el médico.
- Evitar la exposición a las sustancias a las que saben que son sensibles y a las que les resultan irritantes.
Sigue las instrucciones de tu médico
En este blog, hago hincapié muchas veces sobre la importancia de hacerle caso al médico. No estoy diciendo que un facultativo sea una persona infalible, pero es el experto en el tema, y que el paciente saque sus propios diagnósticos (con o sin la ayuda de internet) y no siga las instrucciones del médico es sin duda un error, que se puede pagar muy caro.
En el caso de las alergias, el no tomar la medicación prescrita puede tener consecuencias importantes, como por ejemplo que algunas dolencias se vuelvan crónicas y que la medicación deje de funcionar. Por eso es tan importante seguir las recomendaciones, y en caso de duda, volver a consultar con el médico.
Evita la exposición a las sustancias problemáticas
Es quizás lo más difícil de hacer para una persona alérgica, especialmente en algunos cosas en los cuales las sustancias abundan en el entorno. Sin embargo, se puede hacer un esfuerzo para reducir la exposición. Aquí vienen algunos ejemplos:
- Evitar la exposición a irritantes (humos, polvos, olores fuertes, aire frío y seco, sprays, gases y vapores) así como a los cambios bruscos de temperatura.
- Evitar salidas al campo o a zonas con abundante vegetación durante la primavera.
- Realizar la limpieza de la casa con aspirador, retirar el polvo con una bayeta húmeda y, procurar que estas actividades no se realicen en presencia del paciente alérgico a los ácaros del polvo.
- Mantener las ventanas cerradas durante las estaciones de elevada producción de hongos.
- Evitar la humedad en las habitaciones y, en lo posible, en los cuartos de baño.
- Evitar actividades que aumenten la exposición a pólenes y a hongos.
- Retirar del ambiente doméstico los animales a los que se sea sensible.
Detectar las alergias
Esas recomendaciones y consejos se han hecho sobre la hipótesis de que el paciente ya conoce a qué sustancias es sensible. Pero no siempre es el caso, y algunas alergias o enfermedades llegan con el tiempo. Para eso es importante ir a consultar con el médico de cabecera, que a su vez dirigirá el paciente hacia un médico especialista en alergología, para hacer una serie de pruebas y determinar cuáles son las sustancias a evitar. Es muy importante hacer esos tests, porque una vez identificadas las alergias, se puede adaptar la vida eliminando las fuentes de reacciones alérgicas, lo que aumenta drásticamente la calidad de vida.
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