Tres reflexiones sobre la educación de los niños

ninoEducar a los niños no es tarea fácil. Los padres quieren hacer lo mejor que pueden para sus niños, pero aunque se pueda tener sentido común y tener muy claros los conceptos, en la práctica las situaciones pueden complicarse y hacer que el adulto no cumpla con sus principios. Pero hoy no hablaremos de eso, sino de tres conceptos tan básicos que sorprende ver que se incumplen tantas veces.

Fallo #1: la falta de consistencia

Estoy impresionado por la cantidad de veces que veo a padres que no paran de regañar, y amenazar a sus hijos cuando tienen un comportamiento inapropiado, y los hijos ignoran totalmente a sus padres. ¿Sabes a qué me refiero? Voy a poner un ejemplo:

“Miguel, deja de saltar en el sofá”

Miguel no hace caso.

“Miguel, no lo repito más, deja de saltar”

Miguel sigue sin hacer caso.

“Miguel, si no dejas ya de saltar, ya verás”

Miguel sigue sin hacer caso.

“Miguel, como me tenga de levantar…”

Ni caso.

Pasan diez minutos, porque el padre o la madre están ocupados con otra cosa. Miguel sigue saltando.

“Miguel, ¿qué te dije de saltar? Déjalo ya.”

Miguel no para.

“Miguel, me voy a enfadar”.

Miguel sigue.

Finalmente, después de un montón de amenazas sin consecuencia, o el niño se cansa y deja de saltar, o uno de los padres se cansa y baja el niño del sofá. Pero no se cumplen ninguna de las amenazas.

No estoy en favor de los castigos. Pero lo que no tiene ningún sentido es amenazar a un niño con un castigo y no hacer nada. Los niños no son tontos. Una vez que se dan cuenta que las palabras no llevan consecuencia, dejan de hacer caso. Allí es donde los padres tienen que mostrar consistencia. Tienen que actuar enseguida si el niño no les obedece. Porque sino pierden la autoridad, y cada conflicto se convierte en una escalada. En el caso anterior, uno de los padres debería haberse levantado enseguida, bajado el niño del sofá, explicado que esas cosas no se hacen y si el niño volvía a las andadas, ejecutar inmediatamente un castigo proporcionado.

educacion-de-los-ninosFallo #2: la falta de cohesión

Normalmente los padres son dos, y aunque compartan muchas opiniones, en una situación de educación en particular pueden disentir. Y de eso no se tiene que dar cuenta el niño, porque se aprovecha de la situación para actuar a su antojo.

Lo peor sin duda es cuando los padres discuten abiertamente las decisiones del otro. Por ejemplo, la madre castigó a un niño que se quedó sin helado para el postre, y el padre le da el helado al niño diciendo que le parece un castigo desproporcionado.

Otra faceta es la propia picardía de los niños. Primero preguntan a uno de los padres, y reciben un no. Luego, aprovechan que el otro padre no estaba presente para ir a verle y preguntarle lo mismo. Normalmente, el adulto tiene el reflejo de preguntar al niño (qué te dijo tu padre / madre?) y el niño se queda pillado. Pero a veces no lo hacen y el niño se sale con la suya.

Para evitar esos aspectos, hay que mostrar siempre cohesión. No importa si no estás de acuerdo con lo que ha dictaminado tu pareja. No puedes criticar esa decisión frente al niño. Puedes hablar de ello después, y si entre los dos acordáis otra postura siempre se puede actuar. Pero siempre como uno.

Fallo #3: dar demasiada libertad de decisión a los niños

Otra tendencia que he podido observar es la de dejar más libertad de decisión a los niños. Debo decir que me parece muy bien fomentar que un niño pueda tomar algunas decisiones por sí mismo, y está muy bien darle cierta libertad. Pero creo que hay un límite. Cuando escucho cosas como “¿Qué quieres comer hoy?” y esa pregunta no es ocasional sino que ocurre cada día, entonces me preocupa que se haya ido demasiado lejos. Una cosa es tomar en cuenta las preferencias de los niños, y otra es dejarles la prerrogativa de decidir lo que el adulto va a preparar para la cena.

Los niños necesitan libertad, pero no son capaces de tomar todas las decisiones buenas para su bienestar a largo plazo, porque les falta discernimiento. Tienen que aprender a comer de todo, tienen que aprender que estudiar es importante para el éxito, tienen que darse cuenta que muchas de las cosas vienen impuestas y que hay que adaptarse a ellas. Si se les deja demasiado poder de decisión, se convierten en pequeños reyes de la casa, y no se preparan para la realidad del mundo exterior.

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