Encuentra el trabajo de tus sueños… o al menos algo que te guste

El mundo está hecho de tal manera que para sobrevivir tenemos que ganarnos el pan, lo que implica que dediquemos una gran parte de nuestra existencia al trabajo. Por lo tanto, si queremos estar bien, deberíamos asegurarnos de que todo este esfuerzo  se hace en un contexto que nos hace felices. En otras palabras, es muy recomendable que nos busquemos un trabajo que nos guste, que disfrutemos, o incluso, para los más afortunados, que sea nuestro sueño.

La mítica frase de Steve Jobs

El empresario estadounidense ha tenido una vida de luces y sombras, pero hay que reconocer que la frase que soltó en su discurso a los alumnos de Stanford hace más de una década es uno de los mejores consejos que se puede dar a alguien para gestionar su carrera:

“Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, la única manera de estar realmente satisfecho es hacer lo que creas es un gran trabajo y la única manera de hacerlo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado aún, sigue buscando. Como con todo lo que tiene que ver con el corazón, sabrás cuando lo hayas encontrado.”

El engaño de la necesidad

Existe mucho miedo alrededor del trabajo como medio de subsistencia. Este temor a faltar de las cosas más básicas para vivir se basa en una realidad, la necesidad de obtener dinero, pero suele exagerarse mucho. Es un caso típico del proceso psicológico que detalle en un artículo anterior llamado “deja de imaginar problemas que no se han materializado”.

Lo que ocurre es que a muchas personas les cuesta mucho imaginarse sin su trabajo actual. Les tranquiliza el hecho de obtener una renta mensual, y piensan que dejar su empleo podría llevarles al desempleo, que a su vez les llevaría a la miseria si pasara mucho tiempo. Este miedo a perder el trabajo, como todos los miedos, tiene una gran parte de irracionalidad, y justifica situaciones de explotación laboral, de maltrato verbal por parte del jefe, o de estar en un empleo aburrido solo por el dinero, entre otras muchas fuentes de infelicidad.

Este miedo es un engaño. Cambiar de trabajo puede costar más o menos según la situación de cada uno, pero se puede hacer, y el riesgo de perderlo todo es ínfimo. Es más, si tienes un trabajo que no te gusta, y no te cambias porque tienes miedo a perderlo, nada te garantiza que no te vayan a echar mañana, porque le caes mal al nuevo jefe o porque la empresa tiene que cerrar. El riesgo siempre existe, hace parte de nuestras vidas, pero le damos más o menos importancia en función de nuestros miedos.

Como saber lo que te gusta

No sé tú, pero a mí me ha costado bastante identificar las cosas que de verdad me gustaban. En mi vida he conocido a un pequeño porcentaje de personas que tenían vocación. Siempre quisieron ser médico, o abogada, o maestro, o bombera… y yo he mirado a esas personas con cierta envidia por la claridad que tenían sobre sus objetivos profesionales.

Pero, si no te encierras en un único trabajo que no te gusta, si vas tocando diversas funciones y temáticas, al final encontrarás algo que te guste. A mí me pasó. Siempre intenté disfrutar de las cosas que hacía en los diversos trabajos que he tenido, pero hasta ahora lo que más me ha gustado es escribir, y ese el motivo que me ha llevado a tener blogs. Algunos están claramente orientados a hacer negocio (y promocionar mis servicios), y otros, como éste, les redacto porque me gustan esas temáticas, y si ocasionalmente me generan algún ingreso extra, pues no lo desprecio.

Mi consejo, por lo tanto, es que vayas probando, siguiendo tu intuición, hasta encontrar un tipo de trabajo en el que disfrutes. Y seguro que lo encuentras. Todos tenemos nuestros gustos y preferencias, y hay trabajos para todos los gustos.

La semana de cero horas

No sé si conoces un libro llamado la semana de cuatro horas, de Tim Ferris. Fue un superventas de como montarte un negocio automatizado para trabajar poco y ganar mucho. A raíz de este libro, otro autor, cuyo nombre no recuerdo pero lo puedes buscar en Google, dijo que él apostaba por la semana de cero horas. ¿En qué consiste la idea? El razonamiento es que si disfrutas de lo que haces, ya no se puede considerar un trabajo, de allí que tu semana laboral sea de cero horas… Sí, es un poco retorcido, pero tiene algo de verdad.

Nada es perfecto

Al mismo tiempo que te animo a buscar el trabajo que te guste, tengo que hacer una advertencia. Creo que en todos los trabajos hay partes más interesantes que otras. No pienses que vas a encontrar un trabajo donde estés disfrutando de cada minuto. No creo que eso exista. Pero sí que puedes dedicarte a algo que te apasione, y que los momentos buenos compensen ampliamente los que son aburridos o que no te gustan. Todo es cuestión de encontrar un equilibrio.

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