Estética y bienestar: lucir bien para sentirse bien

estética y bienestar Es innegable que hoy en día vivimos en la sociedad de la imagen, donde lo físico tiene un gran peso en todos los ámbitos de nuestro día a día, como los estudios, el trabajo, o las relaciones personales. La estética parece cada vez más importante para el bienestar. En paralelo, conseguir la apariencia deseada es más fácil y asequible que antaño. Hoy vamos a hablar de estética, en particular de la dermoestética, y de su relación con el bienestar.

Avance tecnológico de la medicina estética

En estos últimos años la tecnología ha avanzado mucho en todas las áreas, y también en la medicina estética. La dermoestética se ha beneficiado de los progresos de la medicina para aplicarlo al ámbito estético de una forma segura. Esta parte de la medicina estética se ha centrado principalmente en la labor de reducir los signos de la edad en la piel.

La dermoestética permite mejorar nuestro aspecto, gracias a la corrección de pequeñas imperfecciones de la piel. Por ejemplo, algunas técnicas permiten acabar con el acné o las manchas en la piel. También ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento. Los tratamientos a menudo son realizados por expertos formados con un Máster enfermería estética en el que se combinan las técnicas dermoestéticas más avanzadas y los conocimientos sanitarios previos de los titulados en enfermería.

La relación entre estética y bienestar

Si es cierto que en algunos aspectos nuestra época puede parecer estar obsesionada con la imagen, como demuestra el éxito de algunas redes sociales, lucir bien también permite sentirse mejor. Por ejemplo, el acné o las manchas en la piel que mencionábamos antes pueden generar algunos complejos, y tratarlos permite reforzar la autoestima del paciente, y en consecuencia, también su bienestar.

Por lo tanto, es evidente que puede existir una relación directa entre los tratamientos estéticos y el bienestar, ya que permiten a las personas sentirse más guapas y más seguras de sí mismas.

La demanda de tratamientos estéticos crece

Hay muchos estudios que muestran un crecimiento sostenido de la demanda por los tratamientos de belleza en general. Por ejemplo, según la consultora DBK, la facturación de las clínicas de medicina estética paso de 135 millones de euros en 2015 a 167 millones en 2019 (+24%). En el mismo periodo de tiempo, y según la misma empresa, las ventas de los centros de estética crecieron un 18%, pasando de 800 a 940 millones.

Si nos vamos a fuentes oficiales, el Instituto Nacional de Estadísticas indica que el gasto de los hogares en tratamientos de estética personal pasó de 837 millones en 2015 a 1.219 millones en 2019, lo que supone un incremento del 46%.

Viendo todos esos datos, está claro que la demanda de servicios de estética no para de aumentar. Y es cierto que vivimos en una época donde el culto a la belleza es más notable, como muestra el éxito de algunas redes sociales o la popularidad de los gimnasios.

Una oportunidad laboral para muchos profesionales

La gran demanda de tratamientos requiere de profesionales especializados para poder atender con calidad a cada paciente. Hoy en día es un sector que ofrece multitud de puestos de trabajo, por lo que cada vez son más las personas que se lanzan a estudiar las especialidades relacionadas con la estética y la dermoestética.

Básicamente, hay tres grandes grupos de profesionales:

  • Los técnicos en estética, que son la mayoría, y que realizan la mayoría de tratamientos no invasivos.
  • Los profesionales titulados en enfermería estética, que aportan el valor añadido de tener conocimientos sanitarios extensos.
  • Los médicos especializados en estética, que son los únicos que pueden realizar algunos tratamientos más avanzados.

En los últimos años, hemos podido presenciar un debate con cierta polémica sobre el papel que deben jugar tanto los médicos como las enfermeras dentro de los tratamientos de estética. Lo que ha quedado claro es que no existe una oposición entre las dos profesiones, sino una complementariedad. Al igual que en otras disciplinas de la medicina, cada uno tiene sus atribuciones.

Tratamientos de dermoestética

En la actualidad existen multitud de tratamientos de dermoestética. Dentro de los más demandados en los últimos años destacan: la depilación láser, la radiofrecuencia y la mesoterapia. La inyección de Ácido Hialurónico es también un tratamiento dermoestético muy demandado a día de hoy.

La depilación láser

Aunque existe un gran debate abierto sobre aquellas personas que están a favor o en contra del vello, la depilación láser es un tratamiento seguro con el que eliminar el vello de forma permanente mediante el empleo de tecnología avanzada operada por expertos. Puede ser una forma de olvidar problemas como los pelos enquistados y ahorrar tiempo eliminando el vello para siempre.

Conceptos básicos sobre la Radiofrecuencia

La Radiofrecuencia es un tratamiento estético cuyo objetivo es combatir la flacidez del rostro o del cuerpo. Se suele usar para para eliminar arrugas, marcas de expresión, grasa localizada, o celulitis, entre otros.

El auge de la mesoterapia combinada con ácido hialurónico

La mesoterapia es uno de los tratamientos más demandados y se usa para buscar la hidratación profunda de la piel, la restauración de los volúmenes de toda la cara, la reducción progresiva de arrugas, la mejora de la pigmentación de la piel y la aportación de brillo y vitalidad al rostro, entre otros.

A menudo, la mesoterapia se complementa con inyecciones de ácido hialurónico en zonas localizadas para lograr mejores resultados. Se usa para rellenar zonas hundidas como las ojeras, aportar volumen a los labios o corregir otras imperfecciones sin tener que acceder al quirófano.

Eso sí, las inyecciones de ácido hialurónico siempre tienen que ser prescritas por un médico, y pueden ser aplicadas por una persona titulada en enfermería estética.

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