Si eres de los que leen la letra pequeña de los anuncios y tienes buena vista, a lo mejor te habrás percatado que por debajo de ciertos spots publicitarios de productos de alimentación aparece un mensaje con recomendaciones para hábitos de vida saludables. Oficialmente, se trata de una bonita campaña de concienciación e información a los ciudadanos organizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Fundación Alimentum, bajo la supervisión del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, dado el formato, uno se puede preguntar si no estamos ante una de las grandes hipocresías que tanto gustan en nuestra sociedad moderna.
Hábitos de vida saludables: una iniciativa positiva
No quiero que se me malinterprete. A mí una campaña que intente promover los hábitos de vida saludable me parece una iniciativa excelente, y más en un país donde tendencias como la creciente obesidad infantil empiezan a ser graves problemas de sociedad.
La idea de mandar mensajes sencillos pero efectivos a una gran cantidad de personas para que al menos una pequeña parte de ellas reflexione y tome acción es algo muy interesante.
Una campaña fantasma
El problema es que a no ser que tengas muy buena vista y prestes mucha atención, es poco probable que te fijes mucho en esta campaña. En efecto, toda la estrategia de la campaña es de publicar los mensajes por debajo de los anuncios, como una leyenda. Si eres de los que consiguen leer el coste de mandar un SMS en los programas de concurso o las especificaciones técnicas del vehículo en los anuncios de coche, quizás tengas una posibilidad para enterarte, pero para la mayoría de las personas va a ser una campaña fantasma.
Pero aun así, si se te ocurre apuntarte la dirección web de la campaña y visitar www.habitosdevidasaludables.com esperando encontrar buenos consejos, olvídate. Es una pequeña página institucional, bonita, pero prácticamente sin valor añadido, aparte de la lista de las empresas participantes y de una explicación rápida de la campaña.
Los mensajes previstos
Las recomendaciones para unos hábitos de vida saludables que aparecen en los anuncios son 12, una para cada mes del año.
- Enero – “La mejor receta: alimentación equilibrada y ejercicio físico”.
- Febrero– “Realiza actividad física a diario”.
- Marzo – “Come de forma variada, equilibrada y moderada”.
- Abril – “Combina actividad física con alimentación variada y equilibrada”.
- Mayo – “Camina 30 minutos al día”.
- Junio – “Come más fruta y verdura”.
- Julio – “Come variado, equilibrado, moderado y muévete”.
- Agosto – “Vive activo, muévete para estar sano”.
- Septiembre – “Desayuna todos los días”.
- Octubre – “Utiliza las escaleras en lugar del ascensor”.
- Noviembre – “Infórmate: lee la etiqueta de los alimentos y bebidas”.
- En diciembre se repetirá el anuncio de enero: “La mejor receta: alimentación equilibrada y ejercicio físico”.
Como puedes ver, son recomendaciones sencillas, veraces, repetidas y positivas. Cuenta la importancia de una buena alimentación o de hacer ejercicio regularmente. Lástima que tan pocos las podrán leer.
¿Una nueva hipocresía?
Viendo el escaso impacto de la campaña, es lógico que uno se pregunte ni no se trata meramente de una operación de comunicación de algunas marcas de alimentación para mejorar su imagen y mostrar preocupación por su impacto en la sociedad, más que un deseo real de provocar un cambio. La pregunta cobra todavía más validez cuando se piensa en muchos productos muy pocos sanos vendidos por algunos de los firmantes de la campaña.
No es la primera vez que pasan cosas así. Se venden paquetes de tabaco marcados con la mención “Fumar mata”. De forma similar, se promocionan bebidas alcohólicas con un aviso para tener un “consumo responsable”. Se publicitan moléculas para la automedicación con una pantalla fugaz que recomienda “leer las instrucciones del medicamento y consultar al farmacéutico”. En Francia, todos los anuncios de alimentos ya tienen por normativa un aviso similar, igual que las publicidades para apuestas y loterías avisan de los peligros de la ludopatía.
Los alimentos no son malos en sí, a diferencia de otros productos, pero aun así, hay una buena dosis de hipocresía en superponer un aviso sobre un anuncio de venta de un producto cuyo abuso puede provocar problemas. Si eso sirve para mejorar los hábitos, todavía es algo muy asumible. La cuestión es que el impacto de esos mensajes es muy dudoso.
Ojala sirva de algo
Para acabar el artículo sobre una nota positiva, tengo que reconocer que los hábitos sedentarios y la falta de ejercicio por parte de la población no se pueden achacar a los fabricantes de alimentos. Podrían haberse limitado a decir que no hay que abusar de la comida, pero también promueven el mensaje tan importante de la necesidad del ejercicio físico.
Ya que todavía estamos al principio de la iniciativa, espero que los responsables de la misma reaccionen y dupliquen (o tripliquen) el tamaño de las leyendas informativas en los anuncios. Ojala más personas los vean y sirva de algo.
Este blog acaba de empezar, y alguno de los 11 mensajes los iremos repitiendo, quizás de forma distinta y con otro enfoque, pero en el fondo esas ideas son ciertas y hay que difundirlas.
2 pensamientos en “Hábitos de vida saludables: ¿campaña de concienciación o hipocresía?”