Seguramente te habrás fijado que últimamente en el blog hablo mucho más de salud dental. No es una casualidad. La higiene bucal es un elemento fundamental para tu bienestar y tu salud. Hoy, vamos a mirar más en detalle los buenos hábitos de higiene y salud dental que tienes que cuidar cada día con buenos hábitos. Vamos allá.
¿Por qué es tan importante tener una buena higiene bucal?
Los buenos hábitos de higiene bucal y cuidados orales son imprescindibles en cualquier etapa de la vida, pues con ello se consigue una dentadura en condiciones aceptables, una bonita sonrisa y se evitan problemas de salud derivados de la mala higiene bucal.
A menudo se insiste en la adquisición de correctos hábitos de salud bucal durante la infancia, porque es el periodo en el cual la dentadura se está formando y se entiende que, una vez adquiridos esos hábitos, no se van a perder.
Sin embargo, cuando llega la etapa adulta, este interés por la salud bucal no es tan marcado. Los endodoncistas insisten que la dentadura, como todo el organismo, se va desgastando con el paso de los años. Especialmente en la tercera edad, momento en el que también hay que cuidar y conservar las piezas dentales.
Esto es posible con buenos hábitos de salud dental desde la infancia. A medida que se van cumpliendo años se es más propenso a padecer de caries u otras enfermedades bucales como la gingivitis o la periodontitis.
Para este artículo, contamos con los consejos ofrecidos por organismos de salud oficiales, pero también con la opinión de profesionales. En concreto, hemos hablado con la clínica Cristina Querol que se ha especializado en tratar la periodontitis. Nos han recordado consejos básicos de salud dental. Destacan que pequeñas rutinas como el cepillado correcto tres veces al día y la visita al odontólogo al menos una vez al año son consejos fundamentales. Aplicándolos, pueden ayudar a conservar en mejor estado las piezas dentales, y que el desgaste progresivo de estas estructuras no derive en problemas de salud.
Cepillado y uso de seda dental
Cepillarse los dientes es fundamental desde la infancia. Se insiste en este hábito en los primeros años de vida porque es el modo de que se adquiera para siempre. Cuando se llega a la etapa adulta, y más durante la tercera edad, esta práctica debe continuarse.
La pasta dental, siempre con flúor, pues el consumo de determinados medicamentos puede provocar que disminuya el flujo de saliva y esto aumenta el riesgo de sufrir caries. Así mismo, la salud juega un papel importante en la prevención de la descalcificación y en el deterioro de las piezas dentales.
No solo los profesionales insisten en el cepillado. La propia Organización Mundial de la Salud, entre sus consejos para mejorar la salud dental, promueve el cepillado dental con dentífricos fluorados, al menos dos veces al día.
Con respecto al cepillo, las cerdas deben ser suaves, para evitar molestias y sangrado. Cada tres meses debe ser cambiado. Una vez cepillados los dientes, es recomendable pasar el hilo dental entre las piezas bucales y enjuagarse con un colutorio.
Las dentaduras postizas, siempre limpias
Una situación común entre personas de edad avanzada es que usen prótesis dentales completas o parciales. Si ese es el caso, la prótesis debe limpiarse e higienizarse todos los días, para evitar que las bacterias se adhieran a su superficie.
En el mercado existen productos diseñados específicamente para este uso, pero lo aconsejable es seguir las indicaciones de odontólogos y periodontistas. Cuando las personas que usan prótesis están durmiendo no deben llevar su dentadura, pues esto puede provocar la inflamación de los tejidos bucales. Con las prótesis dentales ocurre algo similar a las lentillas, ¿qué necesidad hay de usarlas mientras se duerme, cuando no hay necesidad de ver nada con precisión? Como tampoco se come mientras se duerme, no tiene sentido acostarse con la prótesis puesta. Como ves, algunos de los buenos hábitos de salud dental son de puro sentido común.
La visita al dentista, siempre en la agenda
Las visitas al odontólogo cada año, y si se sufren problemas de carácter bucal, cada seis meses, son necesarias. Hacer un chequeo de este tipo es importante conforme se envejece porque los nervios de los dientes se hacen más pequeños y menos sensibles.
Cuando se van cumpliendo años en ocasiones no se siente el dolor que producen las caries y otras enfermedades bucales. El modo de descubrir estas patologías es visitar al dentista, para así diagnosticar estos problemas y evitar que se hagan más graves y acabe perdiéndose alguna pieza o derivando a enfermedades que afecten a todo el organismo.
Los adultos mayores, cuando visitan al odontólogo de manera periódica, deben además programar un chequeo periodontal (tratamiento de encías y tejidos de soporte de los dientes) para eliminar el sarro. También la profilaxis, que consiste en la limpieza de las piezas dentales para evitar que los factores irrigantes, al estar en contacto con los dientes, causen enfermedades como la gingivitis.
El último consejo es acudir a chequeos médicos también constantes, especialmente en caso de diabetes o hipertensión, para evitar incidencias en la salud bucal. Las personas con problemas de glucosa padecen de una cicatrización más lenta, por lo que los tratamientos bucales como limpieza deben ser más cuidadosos para que no se complique su sanación.
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