El dormitorio de los niños, un lugar importante para su desarrollo y educación

dormitorio de los niñosCuando tenemos niños, uno de los temas importantes es la definición de su principal espacio personal, el dormitorio. Se trata de una parte de la vivienda con una gran influencia sobre el desarrollo y la personalidad, por lo que es importante tomar decisiones bien pensadas al respecto. Vamos a ver algunas de las dudas más habituales respecto a esa habitación, y a su relación con el bienestar y la educación de los hijos.

El dormitorio de los niños como espacio para socializar y compartir

Cuando los niños aun son pequeños, generalmente sus padres son jóvenes, lo que les ha dado menos tiempo para asentar sus carreras profesionales y el patrimonio del hogar. Así, el espacio disponible para la familia es más reducido que lo que suele suceder más adelante en la vida.

Por suerte, al ser pequeños los hijos, hay soluciones muy prácticas para compartir el dormitorio entre hermanos. Los camarotes son una de las mejores opciones para optimizar el espacio, al mismo tiempo que se garantiza una buena calidad de sueño para cada uno de los niños.

Compartir la habitación es una excelente forma de aprender a socializar desde pequeño. Así, los hermanos pueden jugar, compartir historias inventadas, e incluso aportarse consuelo en caso necesario.

La habitación también puede ser una zona de intimidad y autonomía

Sin embargo, cuando es posible, suele ser recomendable intentar dar a cada uno de los niños su propio dormitorio, puesto que tener un espacio individualizado tiene muchas ventajas para el desarrollo de la personalidad de los hijos.

La habitación individual es un lugar seguro y muy personal, donde cada niño puede ir a buscar un momento de soledad cuando lo necesita, y desarrollar su privacidad. Al mismo tiempo, es una manera de dar autonomía de una forma muy poco traumática, puesto que siempre tendrá al resto de la familia muy cerca.

Cada niño puede entonces aprender a organizarse, y apropiarse el espacio de la forma que le parezca pertinente, siempre con la supervisión de sus padres. Puede ordenar su ropa y sus juguetes, cuidar su entorno, o elegir algunos elementos decorativos. En muchas familias, los padres dejan que los niños elijan el color de las paredes, y, cuando tienen edad suficiente, hasta pueden dar su opinión sobre armarios o camas.

El dormitorio: área de creatividad y juegos para los niños

La función principal de la habitación de un niño es ser un espacio de descanso y sueño. Pero, también se usa para otras cosas muy importantes en el desarrollo de cada persona, como el juego, la creatividad y también el estudio.

Jugar es la oportunidad de abrir al máximo las posibilidades de la imaginación, dejando que el niño pueda desarrollar su creatividad al máximo, inventando aventuras e historias en cada oportunidad.

La ya mencionada decoración del dormitorio es otra forma de expresar esa creatividad. A veces es buena idea plantear un diseño temático, que fortalecerá la imaginación del niño alrededor de una afición o centro de interés. Y, a medida que vaya creciendo, irá modificando el espacio, para hacerle reflejar la progresión de su personalidad.

También es importante plantear, si es posible, un espacio para el estudio. Con un escritorio y una silla cómoda, hacer los deberes y repasar clases en el dormitorio puede ser más productivo que en otras zonas de la casa, que suelen tener distracciones y ruidos.

¿A qué edad dar una habitación individual?

Idealmente, incluso los niños más pequeños se benefician de tener un dormitorio propio, que como ya comentamos les da más autonomía. Pero, cuando realmente se hace necesario tener un espacio individual es cuando se llega a la adolescencia. Durante la transición entre la niñez y la edad adulta, la necesidad de privacidad aumenta, y es más que recomendable arreglarse para que los hijos mayores tengan su propia habitación.

¿Qué hacer cuando no hay espacio suficiente?

¿Y si el espacio disponible no permite que cada niño tenga su dormitorio? En ese caso, la prioridad tiene que darse a la edad, por encima del género. Por ejemplo, si una familia tiene una hija de 14 años, otra de 10 años y un niño de 11 años, la mejor solución es que los dos más jóvenes compartan habitación, y dejar que la mayor tenga su propio espacio.

Por suerte, y en línea con lo que comentábamos al inicio. Suele pasar que cuando los niños se hacen mayores, los padres también tienen una mejor situación económica que años atrás, lo que les permite disponer de un mayor espacio para la familia.

Y también ocurre que los hijos de más edad acaban dejando la casa para irse a estudiar o trabajar, dejando entonces más espacio a sus hermanos, que a su vez podrán disfrutar de un dormitorio individual.

 

¿Y tú? ¿Cómo tienes organizado los dormitorios en casa? ¿Hay algún aspecto del tema que crees que debería haber mencionado? No dudes en aportar tu punto de vista en la sección de comentarios.

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