Hay que prepararse para el futuro, la jubilación y la vejez

prepararse para la jubilaciónSi hay algo que los humanos todavía no han conseguido cambiar, eso es el paso inexorable del tiempo. Cuando somos jóvenes, nos cuesta mucho proyectarnos en el futuro lejano. Sin embargo, poco a poco nos hacemos más mayores, y es muy recomendable prepararse para la vejez y la jubilación. Vamos a ver varios aspectos para tener en cuenta, al nivel psicológico, económico y también de salud. Por suerte, a nadie le pilla la edad por sorpresa, así que tienes tiempo para organizarte.

¿Por qué es importante prepararse para la jubilación?

Cuando te retiras de tu trabajo u actividad económica, tu vida cambia drásticamente. Los ritmos, costumbres y rituales a los que estabas acostumbrado se sustituyen por otros. También cambia tu situación económica, y posiblemente tu vida de pareja. En paralelo, tu organismo va envejeciendo, lo que tiene diversas implicaciones al nivel de salud y bienestar, para los cuáles también es importante estar preparado.

¿Cómo afecta la jubilación a tus costumbres?

Adiós al trabajo

Cuando trabajas, tienes unas rutinas muy establecidas. Te levantas cada mañana a una hora concreta, y te preparas para llegar a tu lugar de trabajo. Eso lo haces de lunes a viernes, generalmente unas ocho horas al día, que pueden ser más cuando sumas desplazamientos, comidas, o simplemente horas extras. Además, en la mayoría de los empleos, estás en relación con otras personas, por lo que tienes conversaciones y vida social.

Al llegar a la jubilación, eso cambia de un día para otro. Tu agenda se encuentra vacía de repente. Dejas de tener mucha relación con tus antiguos compañeros. Tienes mucho tiempo libre, menos vida social, y menos reconocimiento. Eso puede tener un impacto psicológico importante.

Retirarte también impacta tu vida de pareja

Si tienes pareja, jubilarte puede tener un efecto muy notable sobre vuestra relación. Piénsalo. Hasta ahora, os veíais solamente por las noches, los fines de semana y las vacaciones. De repente, pasas a convivir a diario con la otra persona, siempre que ella tampoco esté trabajando. El trabajo es un espacio personal. Al desaparecer, es posible que afecte el balance de la relación, con una o ambas partes teniendo una sensación de agobio al pasar mucho tiempo juntos.

Tu situación económica cambia

Pasar de cobrar un sueldo a ser pensionista puede suponer un cambio notable en tu economía, especialmente si te jubilas con pocos derechos adquiridos. Pienso por ejemplo en los autónomos, que muchas veces han cotizado por lo mínimo, y, por lo tanto, tienen unas pensiones reducidas. Pero también ocurre con trabajadores que no han podido optar a la pensión máxima, por distintos motivos.

Y, aunque te jubiles con una prestación óptima, los ingresos siempre van a ser inferiores a lo que estabas acostumbrado a cobrar, entre un 20 y un 40% menos, lo que puede implicar cambios en tu estilo de vida.

También cambia tu estado de salud

A diferencia de los otros elementos, la salud no cambia drásticamente de un día para otro porque te vayas a jubilar. Pero el paso de los años va afectando poco a poco tu organismo, y, por lo general, a más años, más achaques. Evidentemente, si cuidas tu alimentación, tus hábitos y haces ejercicio físico, puedes conservar un buen estado de salud durante muchos años. Pero el tiempo pasa para todos. Es posible que en el ocaso de tu vida necesites más cuidados médicos.

¿Cómo prepararse para la vejez y la jubilación entonces?

Planificar unos ingresos adicionales

No tienes porque contar únicamente con la pensión pública para tus ingresos futuros. Si ahorras e inviertes, te puedes constituir un patrimonio, que te irá generando entradas de dinero complementarias a tu prestación de jubilación. Tienes muchas opciones, como invertir en un piso y ponerlo en alquiler, comprar acciones, invertir en renta fija, etc. De esa forma, el cambio en tus ingresos no será tan grande cuando dejes de trabajar.

Prepararse para los cambios de rutina de la jubilación

Retirarse no significa dejar de ser activo. Cuando se vaya acercando la fecha de tu jubilación, es recomendable que vayas planificando algunas actividades. Por ejemplo, te puedes involucrar en alguna asociación o ONG. También tienes la opción de dedicarte a una afición, o viajar, si es lo que te gusta. Es muy importante que te anticipes, para que el cambio de costumbres no venga como un choque. Si te vas involucrando poco a poco en tus nuevas actividades antes de dejar el trabajo, la transición será más fácil.

Habla con tu pareja de la evolución de vuestra relación. Ambos os veis afectados por la jubilación, y es mejor que lo penséis antes, para definir como vais a relacionaros en el futuro. Por ejemplo, suele ser muy importante encontrar actividades para compartir, y también establecer el nuevo espacio personal de cada uno.

Prepararse para cuidar la salud en la vejez

Cuidarte desde joven es la mejor inversión que puedes hacer si quieres vivir muchos años en un buen estado de salud. Por eso, no olvides de hacer tus 30 minutos de actividad física cada día, además de vigilar lo que pones en tu plato. Y, por supuesto, no fumar y evitar el consumo de alcohol.

Pero también es importante tener un plan para tu vejez. Eso implica previsión financiera, para disponer de medios económicos en caso de necesitar una atención médica más personalizada, sea con cuidados domiciliarios, o yendo a una residencia. Es mucho mejor planificar esa posibilidad, para evitarte a ti y a tus familiares los quebraderos de cabeza en el futuro.

 

No te esperes a la jubilación para pensar en esas cosas. Tu buena salud o tu situación financiera son cosas que tienes que anticipar desde ya.

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