La inmensa mayoría de las personas que practican deporte habitualmente no sufren ningún tipo de dependencia. Sin embargo, una pequeña porción de los deportistas que hacen ejercicio con intensidad sufre de adicción al deporte, también conocida como vigorexia. Vamos a definir el concepto, analizar sus causas, listar los síntomas habituales y ver como se trata esa patología.
Hacer deporte es muy bueno para tu salud
Antes de hablar de un trastorno como la adicción al deporte, es importante destacar que hacer ejercicio es fundamental para estar en buen estado físico y prevenir muchas enfermedades. Prefiero destacarlo, porque hay quien usa el riesgo de padecer vigorexia como una excusa para no hacer deporte. Las personas que tienen una actividad física moderada de media hora cinco veces a la semana no va a convertirse en adictas.
Es más, probablemente sea menos peligroso para la salud sufrir una adicción al deporte que tener un estilo de vida muy sedentario. Con eso no defiendo la vigorexia, que tiene algunos riesgos notables. Simplemente pongo en perspectiva la importancia de hacer deporte.
Definición de la vigorexia
Se llama vigorexia, adicción al deporte, o dependencia del ejercicio físico a la necesidad imperiosa y siempre creciente de una búsqueda de sensaciones de placer y desinhibición mediante la práctica de una actividad física. Cuando se tiene que parar la práctica deportiva por problemas de agenda o lesiones, la persona que padece vigorexia tiene manifestaciones de abstinencia físicas y psicológicas de intensidad variable.
¿Cuáles son las causas de la adicción al deporte?
Las causas fisiológicas y psicológicas
Son varias las hipótesis que intentan explicar el fenómeno de la vigorexia. Hay principalmente tres explicaciones. Dos son de tipo psicológico, y una hormonal.
- En algunos casos, la adicción al deporte se ha detectado en personas con una autoestima baja. Buscan alcanzar un cuerpo perfecto como forma de proyectar una imagen positiva y conseguir la aprobación de los demás.
- Muchas personas usan el deporte para luchar contra el estrés o la ansiedad. Practicar deporte es una forma para ellas de olvidar los problemas. En algunos casos, incrementar el ejercicio más y más es una forma de huida hacia adelante.
- La explicación hormonal es la producción de endorfinas durante la actividad física, que estimulan las vías dopaminérgicas, que a su vez producen dopamina, una sustancia frecuentemente considerada como la causante de sensaciones placenteras y la sensación de relajación. La adicción al deporte sería entonces una adicción a esa sensación placentera.
Factores de riesgo y deportes habituales
Además, algunas personas tienen más riesgo de padecer vigorexia. En primer lugar, las personas que practican deporte con intensidad. Y, por supuesto, las personas con baja autoestima y aquellas que sufren ansiedad, estrés o un vacío en sus vidas privadas.
Se han identificado algunos deportes que facilitan la adicción. Se trata de las actividades de resistencia, como el running, de los deportes asociados con una mejor imagen corporal, como el culturismo, la danza o la gimnasia, además de deportes con un entrenamiento muy repetitivo como la musculación o el ciclismo.
¿Qué síntomas tiene la adicción al deporte?
Hay una gran diferencia entre la mayoría de las personas que practican deporte de forma intensiva y aquellos pocos que tienen un comportamiento adictivo. Por eso es importante identificar las señales de alarma.
- El deportista dedica cada vez más tiempo a la actividad física. El deporte se convierte en su prioridad, por encima incluso de asuntos personales o profesionales. Siente que no podría dejar el ejercicio.
- La persona muestra un comportamiento obsesivo sobre todos los aspectos relacionados con la actividad física. Quien sufre vigorexia extremadamente pendiente de su estado físico, de su peso, de su rendimiento deportivo, de su alimentación.
- Toma riesgos excesivos para seguir practicando deporte. Puede ser que vaya superando cada vez más los límites de su rendimiento, hasta ponerse en peligro de lesión o de desfallecimiento. Incluso, muchos adictos al deporte siguen practicando una actividad física pese a tener una lesión grave, arriesgando su recuperación.
- Sufre síndrome de abstinencia cuando no puede hacer deporte. Su estado de animo se resiente mucho, con muestras de irritabilidad, culpabilidad, tristeza, ansiedad…
- Algunas personas convierten la práctica del deporte en un ritual, con una repetición casi obsesiva de algunos gestos.
Diagnóstico y tratamiento de la vigorexia
Solo un médico puede diagnosticar la adicción al ejercicio. Para personas no expertas, puede ser difícil diferenciar entre una persona aficionada al deporte que dedica mucho tiempo a la actividad física y una persona que tiene un trastorno como la vigorexia.
Una vez diagnosticada, la dependencia al deporte se trata acudiendo a un psicólogo o psiquiatra especializado en adicciones del comportamiento. Como cada caso puede tener causas muy diferentes, los tratamientos también lo serán.
¿Se puede evitar la adicción al deporte?
Para evitar la adicción al deporte, se pueden tomar tres medidas preventivas:
- Ser consciente de que existe la vigorexia, de tal forma que si aparecen algunas señales de alarma como las que citamos antes, ser capaz de autoevaluarse. Si, por ejemplo, dejar el deporte durante unos días supone un problema, podría ser interesante pedir una opinión médica.
- Otro consejo importante es variar el tipo de ejercicio. Es más fácil tener un comportamiento obsesivo si se cambian los deportes practicados. Y es bueno para hacer trabajar diferentes partes del cuerpo.
- Finalmente, es recomendable hacer deporte con otras personas. La práctica de ejercicio físico en grupo también puede influir para evitar tener un comportamiento obsesivo.